El Concilio Vaticano II (1962-1965) se convirtió pronto en un símbolo de la renoívación global de la Iglesia. Inaugurado bajo el impulso profetico de Juan XXIII, y llevado a termino por Pablo VI, más de 2.500 Padres conciliares participaron en sus trabajos. La amíplitud de temas tratados resulta asombrosa: la reforma de la liturgia, los medios modernos de comunicación, la Iglesia y su misión en el munído actual, la revelación divina y la Palabra de Dios, las Iglesias orientales católicas, las relacioínes entre judíos y cristianos, la libertad religiosa, el papel de los laicos en la Iglesia, el ministerio y la vida de los presbíteros, su formación teoílógica y espiritual, la renovación de la vida reíligiosa, la tarea pastoral de los obispos.Ambos pontífices tuvieron una influencia decisiva en las resoluciones de este concilio preocupándoíse especialmente por promover el encuentro de las iglesias cristianas separadas y el diálogo con otras religiones.