Wilde tenía la capacidad de meterse dentro del alma de las personas. Sus personajes, reales, animados o fantasmales, están cargados de "verdad", de la esencia de lo que estamos formados cada uno de nosotros mismos. Leyendo sus historias, tenemos la oportunidad de conocemos un poquito más, de averiguar por qué somos como somos, por qué reaccionamos como lo hacemos. Leer a Wilde es aprender. Aprender a vivir, a través de los ojos de alguien que vivió con intensidad y que luchó toda su vida por encontrar el sentido final de todo. "Escribí cuando no conocía la vida. Ahora que entiendo su significado, ya no tengo que escribir.