La religión sigue jugando un papel decisivo en el sistema de valores de las sociedades contemporáneas, aunque con manifestaciones muy diversas. Desde diferentes instancias internacionales (ONU, UNESCO, OSCE y Consejo de Europa) se insta a que se lleve a cabo una revisión sistemática y un enfoque comparativo de la diversidad cultural y, en particular, de su componente religioso en la educación formal y no formal. El alumnado es diverso no sólo en capacidades y conocimientos, sino también en valores, intereses, motivación y formas de interpretar el mundo. De ahí que desde hace algunos años se tome cada vez más en consideración la diversidad de convicciones religiosas y no religiosas como parte integrante de la educación intercultural. Sin embargo, la dimensión religiosa apenas es tenida en cuenta al concretar el principio de atención a la diversidad en la planificación curricular y en la organización de los centros en el sistema educativo español. El presente trabajo constituye la aportación española de la Cátedra UNESCO Ciudadanía democrática y libertad cultural de la Universidad de La Rioja a un proyecto de investigación del Consejo de Europa centrado en los vínculos entre la educación intercultural y la diversidad religiosa en los sistemas educativos del Mediterráneo Occidental: España, Italia, Argelia y Marruecos. El proyecto perseguía analizar la diversidad religiosa como una parte esencial del diálogo intercultural entre los diferentes grupos socio-culturales y mejorar la sensibilidad de los diversos actores escolares (alumnos, profesores y padres) respecto a la pluralidad de creencias religiosas y no religiosas. El estudio, tras una delimitación conceptual previa, aborda la diversidad religiosa en el sistema educativo español desde una triple óptica conectada entre sí: en primer lugar, la que aportan las orientaciones de las políticas educativas de los sucesivos gobiernos de España e inspiran la legislación en cada una de esas etapas; en segundo lugar, la que se desprende del análisis de los contenidos de los currículos y de los manuales escolares de las disciplinas más vinculadas a la diversidad religiosa. En tercer lugar, se analizan las percepciones y representaciones acerca de la diversidad religiosa en el sistema educativo de tres categorías de actores escolares (profesores, alumnos y padres). Y, por último, se concluye con un balance a la luz de las propuestas internacionales sobre una pedagogía de la diversidad. Sin duda, la responsabilidad de