Liberación, un balance histórico bajo el influjo de Aparecida y Laudato si'. El aporte latinoamericano de Francisco, constituye un esfuerzo por acompañar la trayectoria de la liberación latinoamericana -desde la mitad del siglo pasado hasta sus últimos desdoblamientos en las primeras décadas del nuevo milenio-, y para ello se escudriñan diferentes aspectos referidos al caminar de la Iglesia de los pobres y la(s) teología(s) de la liberación. A partir de ese marco histórico, teórico y metodológico, al examinar el influjo de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, celebrada en la ciudad de Aparecida (2007), en Brasil, y de la carta encíclica Laudato si' (2015), sobre el cuidado de la 'casa común', resalta las particularidades y el aporte e impacto creciente del pontificado de Francisco, el primer latinoamericano en ocupar el solio de Pedro. Vale la pena señalar que, en este caso, el verbo aportar, por su carácter transitivo -significa tanto llevar como traer- adquiere una especial importancia. Por un lado, permite señalar que el Papa latinoamericano lleva a la Iglesia universal una experiencia eclesial que, en consonancia con el Concilio Vaticano II -sin dejar de enfrentar no pocos desafíos y sufrir reprimendas-, maduró, gradualmente, una vivencia teologal y teológica en constante discernimiento sinodal y a partir de los pobres. Por otro lado, hace notar que el sucesor de Pedro, como pastor de la Iglesia universal, al radicalizar estas opciones, trae a la Iglesia latinoamericana perspectivas evangelizadoras que aportan una nueva luz a su trayectoria liberadora, junto con la exigencia de avanzar en este camino. Nada más ni nada menos que una Iglesia pobre para los pobres.