El diálogo, hoy en boca de todos, sigue siendo un término mal conocido, sobre todo en su aspecto vital. El diálogo hay que vivirlo.Silvina Chemen y Francisco Canzani afrontan de un modo vital los desafíos y oportunidades de un diálogo interreligioso auténtico. Con una pedagogía atenta, abren vías para un diálogo entre judíos y cristianos -y no solamente entre ellos- que respeta las identidades y las asimetrías y al mismo tiempo es profundo y fascinante.Este libro es diferente y único porquenace del don y el conocimiento mutuos de dos personas «extraordinariamente sensibles y sabias -como dice el rabino Jack Bemporad en su prólogo- que ofrecen formas para que nuestras dos comunidades puedan trabajar juntas, puedan aprender unos de otrosy ser capaces de encontrar una base común para afrontar los problemas éticos y políticos de nuestros días».